AL AMOR ROTO

Junto a una mesa raída
por carcoma que hizo nido
desgarra los sentimientos
y deja abierta su herida.
Aprieta el vaso en la mano
y mira perdido al vacío.
Al fondo se oye una voz
que acompaña a un piano,
las notas que lo acompasan
se unen en melodías
que cantan al amor perdido.
Amores que se soñaron
que se beben en el vino,
licor rojo de sangre
sentimiento que desprende
la soledad de la noche
en medio de ese garito.
La música sigue sonando
y él sigue mirando al vacío,
la sueña cada minuto
que el trago llega al gaznate
buscando sus ojos negros
entre la oscuridad del humo
y la soledad de la noche.
Se respira a dejadez,
a tabaco y a licor,
a mujeres de una noche
y a música de desamor.
Toca las teclas, toca,
no apagues la sinfonía.
Canta gitana, canta,
que mientras tu voz lleva
las notas del pentagrama
yo apago en licor mi pena,
pena,
que me desgarra el alma.
Una lágrima se escapa
buscando otra compañía,
y una servilleta sucia
la limpia de la mejilla.
Dime, piano dime,
tú que al amor le cantas,
¿dónde va la pena
que la lágrima se lleva
por este amor que me rompe
en noches y madrugadas,
de soledades plenas?
Deja aquí esa botella
y llenamé el vaso, mesonera,
que voy a matar mi amor,
el mismo que me dejó ella.